La obesidad y el sobrepeso son un grave problema de salud que afecta a casi 2.000 millones de personas en todo el mundo. Estas tasas han aumentado aún más con la pandemia de Covid-19. Durante este largo período de pandemia, la mayoría de nosotros hemos estado confinados en nuestros hogares y nos hemos visto afectados psicológicamente por esta situación. Ya sabíamos de la estrecha amistad entre la obesidad y la depresión, pero hemos visto cómo su amistad se fortalece durante este período de pandemia. Los estudios han demostrado que el 55% de las personas con obesidad también tienen depresión. Si lo leemos al revés, también sabemos que la depresión provoca obesidad en el 58% de las personas con depresión.
Hoy en día, el arma más eficaz en la lucha contra la obesidad es la cirugía bariátrica. El método más aplicado entre las cirugías de obesidad es la gastrectomía en manga, es decir, la cirugía de gastrectomía en manga. Las cirugías de obesidad son en realidad un toque para que las personas pierdan peso de manera efectiva y recuperen su salud. Es sumamente importante corregir los trastornos psicológicos subyacentes así como estas cirugías. En algunos estudios se afirma que los intentos de suicidio aumentan después de la cirugía bariátrica. Si damos un ejemplo: Una paciente de 35 años tenía un índice de masa corporal de 38 kg/m2 y ganó 20 kg en los últimos 4 meses. Quiere operarse de manga gástrica. Cuando interrogas un poco a esta persona, ves que ha ganado la mayor parte de su peso en los últimos 4 meses.
Cuando investigamos la razón de esto, se revela una vida muy estresante y el trastorno alimentario emocional (atracones por las noches) que es el reflejo de esto. Realizar una cirugía de manga gástrica a una persona así, teniendo en cuenta únicamente su exceso de peso y las comorbilidades debidas al peso, puede empeorar la situación psicológica. Uno de los criterios más importantes a tener en cuenta antes de la cirugía de gastrectomía en manga es que la persona a operar esté psicológicamente preparada para la operación y el postoperatorio. Como en el ejemplo de este paciente, en algunas personas, en primer lugar, es necesario corregir la depresión y factores como el trastorno alimentario emocional que desencadena. En este sentido, es necesario tener cuidado al decidir la cirugía en estas personas y el momento de la cirugía de gastrectomía en manga.
Para dar otro ejemplo, un estudiante de 21 años ha estado luchando contra el exceso de peso desde la infancia. Su índice de masa corporal es de 42 kg/m2, es decir, está en el grupo de obesidad mórbida. En una disposición tranquila y tímida. Cuando hablas un poco, puedes adivinar que ha estado bajo tanta presión de su entorno durante años debido a su peso. Numerosas dietas, pérdida y recuperación de peso.
El último punto alcanzado; trastorno alimentario emocional y depresión mayor. No sería correcto aplicar inmediatamente una cirugía de estómago con tubo a una persona así. En primer lugar, sería mejor recuperar psicológicamente a esta persona, tomar su mano y ponerse de pie, y luego realizar la cirugía de gastrectomía en manga en un momento determinado. Por lo tanto, la lucha contra la obesidad no solo consiste en cirugías de obesidad. Requiere un enfoque multidisciplinario. El tratamiento que se abordará primero puede variar de persona a persona. En este sentido, los cirujanos de obesidad también deben ser buenos psicólogos y psiquiatras.
